En profundo respeto hacia el maestro…
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Del llanto conmovedor de la felicidad de saber de quién vengo…
A la alegría rebosante y la risa desternillante de ver el juego que es esto…
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Glorias a Dios…
Este espacio se ha concebido para entrar en paz. No importa qué ni cuánto se lea aquí. Sólo importa, en todo caso, que sea leído despacio, con calma, desde el corazón...