31 - 03 - 09


Para un bebé, todo es nuevo…

Para un bebé, todo es gozoso…

Para un bebé, todo es luminoso…

Si ha sido perturbado, lo expresa todo él hasta que vuelve a su estado natural…

Si le duele algo, llora todo él hasta que queda en paz…

Y al hacerlo, se olvida de todo lo que ha acontecido…

Y todo vuelve a ser nuevo... gozoso... luminoso…

Para él no hay pasado ni futuro…

Él no juzga, hace libre a todos y no se siente juzgado…

No aporta dinero alguno al patrimonio familiar pero su valor es incalculable…

Lo que hace, no lo hace por motivo alguno…

Él es una presencia radiante…

Puedes ver la gracia de Dios en sus ojos... en sus gestos...

Es un ejemplo de puro gozo por el mero hecho de existir…

Mira la vida como la mira él…

¿Acaso no fuiste un bebé una vez?

¿Acaso no hay ahora mismo un bebé dentro de ti?

Puedes ver la vida como él, pues en cierto modo, eres un bebé…


30 – 03 – 09



Caemos para experimentar la enfermedad…

Enfermamos para enseñar como sanar…

Sanamos para mostrar el camino a lo real…


--


Es este un mundo de oscuridad…

Y hemos venido a traer la Luz…

Es este un mundo de mentiras…

Y hemos venido a traer la verdad...


--


Hemos venido a mostrar el mundo como lo que realmente es…

Nada más...

29 - 03 - 09

...

Todo es una unidad…

No hay fronteras entre las cosas…

¿Puedes verlo?

Es algo experimentable… científico…

No existe ningún lugar en el que empiecen o acaben las cosas…

¿Dónde acaba el mar y comienza la arena?

¿Dónde acaba el cuerpo y comienza el medio?

Mira bien esto… puedes hacerlo desde todos los puntos de vista… hasta con un microscopio…

El agua se mezcla con la arena… la epidermis intercambia constantemente con el medio…

Puedes verlo a nivel físico… a nivel celular… a nivel molecular… a nivel atómico… a nivel cuántico…

No hay nada separado de nada! todo está en interacción con todo!

Y si todo está en interacción con todo es porque todo es una Unidad perfecta y armónica…

Entonces, las cosas que vemos en apariencia, no son más que conceptos mentales…

La mente es la que separa en partes al todo y le asigna nombres…

Y esto sólo lo hace en pensamiento porque en la realidad todo sigue siendo Unidad!

Así pues, la mente configura la realidad aparente que ves…

¿Dónde pues, acaba el yo y empieza el mundo?

Mira bien esto porque verás que no hay yo ni hay mundo!

Mira bien esto porque verás que todo es Uno!

Bajo la lupa de La Visión, se ve claramente que no hay cosas, ni yoes, ni tues…

No los hay, porque sencillamente, no existen!

No los hay, porque todo es la misma sustancia!

Sustancia… Consciencia… Energía… Luz... llámalo como quieras…

Luz que se recrea en infinitas formas y matices siempre cambiantes, siempre en transformación…

Y todo sucede en perfecta armonía… en Amor…

Y todo acontece en un Alguien…

En Ti… en Mí… en Dios…

¿No es misterioso?

¿No es maravilloso?

Sí… el maravilloso misterio de la existencia…

28 - 03 - 09



Hoy te traigo buenas noticias...

No eres este cuerpo… hay un cuerpo en Ti…

No eres este mundo… hay un mundo en Ti…

No eres nada de cuanto puedes ver… todo está en Ti…


--


Y sin embargo…

Eres un cuerpo si eres también todos los demás cuerpos…

Eres este mundo si eres también todos los mundos…

Eres todo pues todo nace y muere en Ti…


27 - 03 - 09


Sólo puedo darTe gracias por mi función…


--

Y la música me sigue llevando al Cielo…

26 - 03 - 09



Tú eres mi compañero, mi guía y mi camino de regreso a casa...


--


Recuerdo hoy un artículo que escribí hace un tiempo…

LOS DEMÁS COMO MEDIO DE REALIZACIÓN

El otro me irradia lo que yo soy tanto desde el punto de vista del ego como desde el punto de vista de lo Real. Esto es muy valioso en el proceso de autodescubrimiento, ya que podemos descubrir partes de nosotros que desconocíamos, tanto negativas como positivas.

Si miramos nuestro pasado, vemos que es en la relación con los demás como se han formado nuestros verdaderos problemas. Las partes negativas que éstos nos reflejan, nos hacen sacar todo aquello que nos impide vivir la plenitud, que es nuestro patrimonio natural. Así, éstas emergen para ser vistas, aceptadas, entregadas y diluidas.

Llevamos toda la vida actuando de modo que cada vez que nos hemos sentido víctimas por algo, ha habido una reacción de protesta, de odio, en mayor en menor intensidad, y aunque no hayamos podido expresarla externamente, ha quedado un resentimiento hacia alguien.

Así, para con los demás, tenemos un sentimiento de victimismo, un enfado, y además, aunque muchas veces menos evidente por la estructura mental que se edifica para taparla, también nos encontramos con la otra cara de la moneda; la culpabilidad.

Sí, igualmente hay un cúmulo de situaciones, muy duras sobretodo en la infancia, en las que he sentido que hacía cosas malas a los demás y que me han hecho sentir culpable. Frecuentemente, bajo el odio y la ira se esconde un miedo que viene de la culpabilidad y algo muy profundo y doloroso que arrastramos, la pena.

Pero no olvidemos que aquello que parece negativo, que me puede provocar sufrimiento y ganas de huir, se convierte en algo maravilloso para mi propósito de realización, ya que para tal fin, es necesario verlo para liquidarlo. Deberán ser aceptados e incluidos todos los contenidos de mi conciencia para que esta se unifique y se armonice. Deberán ser aceptadas e incluidas todas las personas.

Y es que cuando nos hemos cansado de andar buscando logros por el mundo exterior porque vemos que no traen la felicidad estable y duradera que realmente demandamos, cuando hemos visto que la única salida reside en el interior de nosotros mismos, cuando tomo una decisión y una responsabilidad real conmigo mismo para descubrir mi verdad, y cuando adopto una actitud activa y positiva con un compromiso firme de ir a por todas; la meta es segura, por más obstáculos y desfallecimientos que puedan haber en el camino.

Entonces, la inteligencia de la vida nos pone delante todo aquello que necesitamos para nuestra sanación. Nos sitúa ante los demás. Y por supuesto, nos ofrece la solución: el perdón.

EL PERDÓN

El perdón ha sido muy mal comprendido. Aquí no hablamos de ese “te perdono” que puedo elucubrar intelectualmente, otorgándolo en base a ideales de un personaje que quiere ser bondadoso o misericordioso. Y mucho menos de ese otro rencoroso “perdono pero no olvido”. Hablamos aquí del perdón auténtico, el perdón sincero, el perdón de mente, de entrañas y de corazón.

El perdón real debe descansar sobre todos, sobre todo. El perdón es el olvido. Muestra que el pasado no existe y reconoce que aquello que pensabas que te hicieron no es real. El perdón es silencioso y pacífico. No ve culpables. Es el resultado del juicio final; el fin de los juicios, donde todos somos inocentes.

El perdón es la puerta de la liberación. Nos lleva a la quietud, a la armonía y a la belleza de contemplar el milagro de ver al odio transformado en Amor.

Vayamos ahora a la práctica. Si hiciésemos un estudio exhaustivo y sin engaños, de todas las personas con las que tengo “cuentas pendientes”, podría resultar un listado bastante voluminoso. Pero también útil. Puede servirnos si liberamos a cada una de esas personas del resentimiento que tenemos adosado a ella.

No es necesario, salvo en algún caso que la vida disponga, que esté la persona delante físicamente. Puedo hacerlo estando solo, en voz alta, como si la persona estuviese ahí, ayudándonos incluso de alguna foto u objeto. Lo esencial es que le exprese con absoluta sinceridad y de corazón, mi comprensión, mi desculpabilización, mi perdón.

Antes de esto puedo haberle expresado mi sentir, mi pena, mi dolor, pero francamente, de modo que yo en esa evocación me abra a la profundidad en la que puede devenir la comprensión, la desculpabilización, el perdón.

También puedo hacer lo mismo, pero a la inversa, con las personas que, mirándolo sinceramente, pienso y siento que pueden tener “cuentas pendientes” conmigo. He de pedirles perdón. Y hacerlo profundamente, realmente.

Puedo saber si ha habido perdón o si he cumplido con mi petición de perdón haciendo una prueba. Basta con estar con esa persona o imaginar que lo estoy y ver cuál es mi actitud, mi sentir. Si me encuentro en cordialidad y en paz; lo habré hecho. Si hay tensión o malestar; no.

Y para aquello que haya podido hacer, que me haya dañado a mí mismo sin otras personas de por medio, puedo pedir perdón a la Vida, a Dios al nombre que se le quiera poner. Hay que pedir perdón siempre que haya culpa. He de quedar liberado de la culpa, del odio, de la pena y quedarme en paz con todo, conmigo mismo y con Dios.

Y es que si miramos más profundamente, podemos añadir a estos resentimientos, los que no afectan a otros directamente; un sentirme víctima de Dios, un enfado, o también, por educación, por moralidad, un sentirse culpable ante él o ante mí mismo. O sea, que llevamos una carga a cuestas de la que me he de liberar si es que quiero vivir con soltura, con libertad.

Si me limito a juzgar a la vida, a los demás y a mí mismo, con la insuficiente información que manejo, con la idea del bien y del mal; el resentimiento será inevitable, y me resultará imposible abrirme a la realidad.

En adelante, hablaremos más sobre el perdón, ya que, para nuestro propósito, también podemos ayudarnos de nuestra infinita fuente espiritual.

LOS CONFLICTOS CON PERSONAS CERCANAS

Aquellos con los que más fácilmente aflora en nosotros el dolor, el miedo o la rabia, son aquellos con los que se ha forjado el núcleo duro de nuestro ego, o aquellos que, por circunstancias, representan un papel que nos hace revivir esa angustia.

Nos duele mucho porque esto se produce y se reproduce en personas muy allegadas; alguien de la familia, del trabajo, un amigo o la pareja. Muchas veces con las personas que, como decimos, “más queremos”.

De ahí que sea frecuente esa tendencia a protegerme por miedo a lo que puedan hacerme; a estar a la defensiva o en pie de guerra, a vivir “encerrándome en mí mismo” cuando estoy con ellas, a evitarlas en un grado u otro o incluso a huir de ellas.

Y lógicamente, esa preferencia de estar con aquellos que no me hacen sufrir o esa necesidad de conocer gente nueva, nuevos amigos, nuevos grupos o parejas, donde renuevo mi motivación por expresar mis cualidades, aún filtradas éstas por el ego; como actitudes de seducción, de necesidad de afirmación, de quedar bien, de subir mi autoestima, etc.

Y es que parece que con esta nueva gente me encuentro fenomenal, pero si mantenemos la relación y la herida sigue estando dentro de nosotros sin curarse, se reproducirá el dolor una y otra vez, aunque mi mente eche la culpa al otro o lo disfrace con mil historias.

Si de verdad queremos ir a por el problema, hemos de estar dispuestos a confrontarlo. Y hacerlo en el momento que toque y con quien toque. Y si hay miedo, con el miedo a cuestas. Siempre estamos en la situación perfecta para nuestro aprendizaje. En el ahora.

Las personas de nuestro círculo, son las óptimas para nuestro desarrollo. Nuestra familia, es la que elegimos para amar y para crecer. Muchas veces no será fácil y será necesaria mucha aceptación y discernimiento.

Tristemente, lo habitual es que la gente en general y la que tenemos cerca en particular, no viva en plenitud. Pero esto hemos de saberlo ver bien en el otro, pues su angustia, no deja de ser una necesidad de desarrollo, y su hostilidad, una petición de amor.

Es muy posible que tengamos cerca un abanico de personas para las que nosotros seamos su más cercana posibilidad de sentirse comprendidas, aceptadas, consoladas, aliviadas, valoradas, o en una palabra, amadas.

Muy frecuentemente, todo ese resentimiento que tenemos, no es por el “mal” que me han hecho sino porque no han actuado como yo esperaba que lo hicieran. Muchas veces parece que perdemos nuestro centro cuando entramos en contacto con los demás.

Hemos de mirar bien eso porque si efectivamente estuviese centrado de una manera estable y sólido en mi Yo, en mi centro, en mi energía; esto no sucedería.

El mundo es un reflejo de mi estado de ánimo. Si estoy en mi maraña mental de egoísmo, de deseos, de miedos, inevitablemente, veré lo mismo en el otro. Entonces él no será un amigo sino un competidor, y necesitaré afirmarme a costa de él o protegerme, huir, etc.

Ahora bien, si soy capaz de situarme en un nivel más profundo, veré al otro en ese mismo nivel, pues los ojos con los que veo al otro son los mismos que los ojos con los que me veo a mí. Tal como veo a las personas, así actúo yo en el fondo.

En lo que concierne a nuestro trabajo interior; si veo mal al otro, no es que el otro esté mal, es que yo no miro bien.

Pero sí, es habitual que ante una determinada persona o personas, tengamos sentimientos de impotencia para superar algunas situaciones, reconcomios por injusticia o posibles experiencias de mucho dolor. Si reconocemos esto con honestidad, una de las cosas que podemos hacer es pedir ayuda.

No estamos solos en esto. Si tenemos la posibilidad, podemos expresar el problema que nos hace sufrir a alguien que pueda ayudarnos, acudir a un “buen amigo” o incluso a algún grupo. Tal vez no puedan resolvernos el problema pero solo su simple escucha puede reconfortarnos.

Pero por encima de todo, podemos pedir ayuda a Dios.

LA ORACIÓN. DIOS, EL OTRO Y YO

El Padre, la Madre, el Ser, la Verdad, la Realidad, el Universo, el Abstracto, el Absoluto, como queramos llamarle, ante todo es un Alguien. Es un Alguien total, el más Alguien de todos, por no decir el único, ya que es el Yo Real. Él está ahí siempre.

Si le pedimos ayuda, nos la ofrece. En estos casos, podemos expresar con total sinceridad y sentimiento nuestra situación y abrirnos receptivamente y en silencio a que llegue la respuesta, la solución.

No sabemos cómo ésta va a suceder y no debemos juzgar las formas que adopte. Pero si la petición responde a una demanda real, es sincera y se hace de corazón, la ayuda llega. Esto es seguro.

La confianza es fundamental. Confiemos pues en nuestra Gran Madre, que crea toda la vida en sus infinitas formas, que nos permite expresarla y experimentarla, que me ha creado a mí mismo, que me da todo, que me procura desde el latir del corazón hasta el gozo más sublime.

Él nos ama, y es su voluntad darnos todo cuanto estamos demandando realmente. Y aquello que nos parece que lo impide, sea lo que sea, podemos comunicárselo también. Si se lo expreso, estando todo yo en esa experiencia, totalmente, me vacío de ello, dejando un espacio libre para que Él pueda entrar.

Y en estas situaciones con alguna persona que no sé cómo resolver, se hace la luz con el sincero, sencillo y descansado reconocimiento de que no se sabe o no se puede solucionar esa situación por uno mismo. Entregamos la situación a Dios y en esa humildad, deviene la paz, el perdón, y se nos muestra lo que debemos hacer.

La oración es la comunicación con Dios. Es la expansión de mi conciencia, la extensión de mí hacia Él. Él está en todo, Él está en todos. Así, en mi relación, el amor más elevado posible que puedo vivir, es el amor a Dios a través de mi hermano.

Y esto no es dejar al otro a un lado, es más bien, amar a esa persona totalmente por lo que ella es. Porque todo viene de Dios, toda la persona está hecha de Él, viene de Él, y si lo amo a Él en totalidad, amo la razón de ser de la persona, amo la inteligencia que le hace ver, la energía que le hace actuar, el amor que le hace sentir; amo todo aquello que le hace vivir.

Es entonces cuando amo al otro de verdad.

LA VERDADERA COMUNICACIÓN

Cuando hay auténtica comunicación, las relaciones aparecen como algo nuevo y renovado, y no es la cantidad de tiempo lo que valora la relación; es la calidad. Gracias al otro, puedo irradiar mi amor, puedo sentir y dar cariño, puedo desarrollar todas mis cualidades; mis capacidades, mi inteligencia, mi afecto.

Lo que no doy, lo pierdo; lo que doy lo tengo. También sucede algo extraordinario si aprendo a abrirme al otro, y es que dejo de relacionarme con la idea que tengo de él desde la idea que tengo de mí, soltando así la identificación y el mundo de ideas y representaciones con el que me he estado viviendo siempre, al abrir mi mente y aceptar otros modos de visión. Además, puedo impregnarme de los valores que admiro en los demás y hacerlos míos, actualizarlos.

Con todo este ejercitamiento que hago en mi relación con el otro, puedo llegar a mi Yo auténtico. Si no estoy en mi centro y trato de ayudar a otros, cuando estos sufran, sufriré con ellos. Tal vez trate también de evitarles sufrimientos protegiéndoles o solucionándoles la papeleta, olvidando que debo respetar su propio aprendizaje.

Debo ser consciente de que cada uno debe ser él mismo, y por tanto, tratar de estimular al otro a que ejercite sus cualidades y que sea más y más él mismo. Y es que es solo desde ahí, desde mi Yo auténtico, desde donde puedo cumplir realmente la demanda de servicio a los demás.

No hay forma más eficaz para ayudar al otro que, en el trato con él, siendo consciente de nuestra autenticidad y abundancia, lo reconozca ya en plenitud. Viéndolo más allá de su modo de ser superficial, viendo que es la vida tratando de expresarse aunque no pueda fluir del todo por sus estructuras mentales.

Además, cuando hablo con alguien, he de tratar de que me entienda, adaptándome a su manera de ser. He de estar atento a su presencia, en comunión con él, consciente de ese compartir. Si no me preocupo nada más que por la cosa que quiero decirle y me olvido de él, la comunicación no puede existir.

Para tener una relación armónica, he de abrir mi mente incluyendo la del otro. Entonces descubro que el otro, desde su punto de vista, tiene su razón, y así, puedo escucharlo y comprenderlo.

Pero además, descubro que muchas veces, no quiere expresar lo que dice. No puedo olvidar que puede estar hablando desde su ego, desde su identificación, y por tanto, la frase que pueda decir tiene tras de sí toda una gama de ideas y sentimientos, que sí son el verdadero contenido de su expresión.

Puede que funcione con dependencias, con limitaciones, pero el otro, como yo, desea ser comprendido, aceptado, valorado y amado. Y cuando trato de responder a estas demandas, sin estar yo pendiente de que el otro satisfaga las mías, la comunicación sucede sin esfuerzo.

JUNTOS EN LA TIERRA, UNO EN EL CIELO

Nuestras relaciones pueden ser, por sí mismas, una experiencia de gozo y felicidad en múltiples formas y matices. Podemos compartir todo tipo de experiencias, jugar, charlar, bailar, mimar, reír…

El otro es el receptáculo donde vierto mi amor y lo comparto. Y no sólo a través placeres terrenales, pues algo muy bello, maravilloso, que podemos hacer con el otro, es ir de su mano a lo Superior. Viajar por el universo, por los campos infinitos del Ser.

Que el otro me sirva como motivación, como compañía, para abrir mi mente a las infinitas posibilidades de experiencia. Y por supuesto, para traer eso aquí abajo. El mundo físico, no deja de ser una manifestación de los niveles superiores, y en él, también somos compañeros de viaje. En lo material, necesitamos todo de todos, pues convivimos juntos, formamos la sociedad y compartimos el planeta.

Todos precisamos de momentos de soledad, pero en la naturaleza del hombre, está el unirse, el compartir y el crecer con los demás. Aprendamos a disfrutar juntos del banquete de la vida. Descubramos que los otros son como yo, una expresión individualizada del Ser que somos. Que todos buscamos lo mismo.

Que al igual que yo, el otro es todo un potencial a ser expresado aquí. Que como yo, puede tener menor presencia de una determinada cualidad, pero todo él es esa cualidad; todo él es positividad. Podemos ver como irradia luz en su mirada. Será más o menos, pero toda ella viene de la luz de la vida.

En un respetuoso mirar a los ojos del otro, de igual a igual, nos reconocemos. En la verdadera amistad, nos encontramos. La luz vibra en el fondo de todo y la existencia sucede en armonía. Deviene el estado de Ser, de presente, de presencia, y en la certeza de saber quién somos, acontece la Paz eterna.

25 - 03 - 09

Hoy es luminoso! gracioso y grandioso! precioso!



Llega la era de la Armonía...

24 - 03 - 09



Todo el día compartiendo cosas con vosotros…

En este momento ya no sé qué decir…

Que gracias y que estoy muy feliz…

Y que me voy muy a gusto a dormir!



Bona nit…

23 - 03 - 09



Para…

Para por un instante…

Sólo va a ser un momento…

Para en quietud ahí…

Ábrete a sentir… totalmente…

Siente el cuerpo… plenamente…

Ábrete a sentir la energía… a sentir la Luz…

Déjate invadir por la Luz…

No importa si tienes miedo, bloqueos o si tienes ganas de huir…

Ábrete a todos esos sentimientos y emociones…

Entrega todo ese escozor a la Luz y siente como se va transformando en alivio…

No importa que falles y vuelvas una y otra vez a la decepción o a la conciencia ordinaria…

Sólo importa el intento…

No importa el tiempo que te lleve hacerlo… tienes toda la eternidad…

No es ningún drama… puedes hacerlo sonriendo…

Sonríe a los que quieres abarcándolos a todos… aceptando e incluyendo a todo el mundo…

Ábrete a ellos… a la vida… a la verdad…

Abre tu cuerpo, tu mente y todo tu ser a la Luz del Espíritu…

Déjate ser deshecho en Ella…

Déjate ser Ella…

22 - 03 - 09



Respira profundo…

Suelta todo el cuerpo…

En relajación…

Queda en quietud…

En paz…

Y pregunta…

¿Qué quiere Dios de mí?

Escucha…

Y obra en consecuencia…


--


Vislumbrar que somos plenitud…

en la inabordable eternidad…

en la incomprensible infinitud…

me llena de felicidad…

21 - 03 - 09


Enseñaré lo que tenga que aprender… no trataré de regalar el oido a nadie… no querré quedar bien… no buscaré admiración, valoración o aprecio personal… es muy posible que lo que haya de decirse no sea muy seductor y no provoque ovaciones… pero enseñaré lo que tenga que enseñar… y será perfecto...

20 - 03 - 09


Buenos días Seño, hoy recordé algo y quise volverle a escribir...

Aquella vez yo tendría 5 o 6 años y sólo quería expresar el contento que tenía en aquel momento, a usted, mi señorita de aquel curso, porque en ese día comenzaba algo bonito para mí… sólo era una frase, una breve exclamación añadida al ejercicio que teníamos que entregarle como deber… esperaba compartir mi alegría con usted cuando lo leyera… pero al rato después de entregar mi libreta junto con la de los otros, sentí el terror… estaba usted muy enfadada con la clase, mucho… y seguramente con razones… así que, con ese estado de ánimo, yo ya no podía permitir que usted leyera mi alegre expresión añadida al deber que nos habías mandado… aunque no sepa explicarme muy bien, entiéndame, mi Seño… en ese momento, si usted no hubiese visto mi frase con amor y dicha, si usted me hubiera reprobado aunque fuera mínimamente, si usted hubiese leído eso ante los demás en tono jocoso y los otros niños se hubiesen burlado de mí… si hubiese pasado todo esto o algo de esto, en ese momento hubiese muerto… así que tuve que levantarme e ir a por mi libreta para borrarlo y volvérselo a entregar antes de que empezara a corregir… y con el mismo miedo que invade a los hombres que van a morir, allí que fui… y temblando, disimulando y queriendo ser otro de quien yo era ante usted, ante mi clase y ante mi mundo… lo borré…

Ya sé que puede parecer raro contarle esto ahora, mi Seño, pero entiéndame… yo era muy pequeño y tenía mucho miedo…

No sé, mi Seño… he sentido que tenía que contárselo…

Porque hoy lo he recordado…

Porque fue tal dia como hoy hace muchos años…

Porque para mi ha supuesto un símbolo del inicio de los pequeños éxitos de mi gran fracaso…

Porque me pasé gran parte de mi vida reprimiendo mi dicha y mi felicidad en función de otros…

Porque con ello me proclamé acusado perpetuo en los juzgados de los demás…

Porque fui condenado por mí mismo a encerrar mi corazón en prisión…

Porque tiré las llaves de esa cárcel en el tornado de mis pensamientos…

Porque en ese tornado he habitado mucho tiempo sin encontrar consuelo ni comprensión…

Por todo eso, mi Seño, por todo eso que he sentido que tenía que escribirle… porque ese tornado me llevó, como a la niña Dorothy, a un mundo de Oz… donde fui un león sin valor, un espantapájaros sin cerebro y un leñador sin corazón… donde busqué como un loco la ciudad esmeralda, para enloquecer aún más… de donde quise desaparecer volando muy alto y de donde no pude irme porque no podía abandonar a un amigo… donde hubo brujas malas… donde hubo magos farsantes… pero donde también le digo, mi Seño, que hubo brujas buenas y zapatos mágicos… y que éstas me enseñaron como usarlos para regresar a casa…

Por esto es, mi Seño, que hoy estoy feliz… porque regreso a casa...

Porque felicidad, es lo que yo soy…

Ahora puedo decirle que le tengo un gran aprecio y que la recuerdo con mucho amor…

Y decirle también que a este deber que le entrego hoy, mi Seño, también le he añadido un breve comentario…

Usted no lo llegó a leer porque yo no quise que lo hiciera, pero es el mismo de entonces…

De leerlo en aquella ocasión, como de leerlo ahora, tal vez sirviera para alegrarle un poco más el día a usted, a la clase y al mundo…

O tal vez no…

Sólo sé que escribirlo me da alegría... y que en ella os incluyo a todos…

Y que esta vez, no lo borraré…


¡Hoy es Primavera!

19 – 03 – 09




Yo…


Intensamente Yo…


Pura Energía…


Pura Luz…


Pura Visión…


Yo…


Intensamente Yo…



--



Es posible que pidas a Dios por remediar algunos de tus problemas personales. También es posible que a veces no encuentres respuesta aparente. Sucede que si tienes un problema y, para solucionarlo, necesitas desarrollar alguna cualidad a un nivel personal, por más que invoques a lo divino, no habrá respuesta directa. Pues lo divino, simplemente, te estará indicando que te pongas manos a la obra, como persona, para ser consecuente con el nivel en el que se requiere la solución…

18 - 03 - 09


Un árbol me dijo hoy:


Se tú mismo…

Sin importar el juicio de los demas…

Tú mismo…

17 - 03 - 09



Agradecimiento y respeto absoluto por nuestros elementos…


Por nuestra tierra…


Por nuestro aire…


Por nuestro agua…


Por nuestro fuego…




...



Y una solemne oda…


Dedicada a todos los hombres de todos los pueblos y culturas…


Y a todos nuestros ancestros…


16 - 03 - 09




El ser humano lucha en todas las latitudes con la incertidumbre de su destino…


Ver esta necesidad y obligación de luchar, reaviva en mí una profunda y dolorosa herida…


Yo no quiero esto, Padre…


No quiero esto más…


Quiero descansar en Ti…


Sé que cuando te pido algo que es absolutamente primordial para mí, tu me contestas con tu paz y con tu amor relajado…


Y por eso hoy voy a Ti de nuevo…


Porque no soporto esta condición humana de sufrimiento…


Por eso te lo expreso, Madre…


Porque no quiero ver esto así…


Porque quiero verlo todo con tu amor y con tu paz…



--



Y con tu amor y con tu paz lo veo todo ahora porque me has escuchado y me has respondido…

Gracias…

Muchas gracias…

15 – 03 – 09



El infinito me trae la música…


La música me lleva al infinito…

14 – 03 – 09


El maestro me hace llorar de claridad… de comprensión…

--

El maestro me hace llorar de felicidad…

--

El maestro me da todo…

13 – 03 – 09


Siempre está la posibilidad de ver las cosas de otra forma…

De ver lo positivo de experimentar la vida…

Sí, amigos míos, el ave fénix siempre resurge de nuevo…

12 – 03 – 09


Hoy más que nunca, confío en Ti…

11 – 03 – 09


Experimento con asombro la espectacular, intensa, febril y extraordinaria experiencia que supone vivirse en este cuerpo y en este mundo…

No sé como es que ha venido esta presenciación…

--

Supongo que la eternidad, da para mucho... o para todo…

10 - 03 - 09

Hacia el final del arco iris...


09 – 03 – 09


La música suena…

La luz va invadiendo toda la estancia…

Lo físico se torna etéreo…

Ya no hay límites…

Estáis totalmente incluidos en mí…

La música sigue sonando…

Se siente mucho amor… mucho…

Os digo que os quiero…

Es muy bonito… muy bonito…


--


Y sigo sin tener palabras… sigo sin tenerlas…

08 – 03 – 09


Que belleza… es sublime compartir esto con vosotros… sublime… no tengo palabras… no las tengo, no…

07 – 03 – 09

¿Que por qué es necesario el perdón?

Porque tus problemas se han formado en la relación con los demás…

Porque todo cuanto realmente te afecta, viene por sentirte culpable o víctima… de alguien… de muchos… de todos… de todo… o de Dios…

Es por eso debes perdonar… y es por eso, que debes pedir perdón…

06 - 03 - 09


Ora et labora...

05 – 03 – 09

En un plano personal, no hay mayor satisfacción que la de hacer lo que se debe de hacer…

Sí, con respecto a lo que hay que hacer, puede haber alguna duda, o mil… pero en el fondo, hay una inteligencia, una voz, una parte clara de tu mente, tu mente correcta; que sabe perfectamente lo que ha de hacerse en cada momento y circunstancia…

Busca ese lugar en tu conciencia… expresa tu problema, tu duda, tu estado, tu sentir… después queda en silencio… escucha la respuesta… y actúa en consecuencia…

El resultado es la paz…

04 – 03 – 09


Esta es la hora de los valientes…
La hora de enfrentarse a todo cuanto se presente…
A lo bueno y a lo aparentemente malo…
A todo…
Es la hora de atravesar el miedo…
Es la hora de mostrarse…
Es la hora de expresar las cualidades que traemos…
Es la hora de olvidar el pasado y centrarse en este momento…
Es la hora de soltar todo lastre…
Es la hora de expandirse al mundo…
Es la hora de hacer lo que se ha venido a hacer…

03 – 03 – 09


No huyas del miedo, confróntalo…

--

Donde hay miedo, está tu limitación…
Donde hay miedo, está tu gran oportunidad…
Donde hay miedo, está tu función y tu trabajo…
Donde hay miedo, está tu puerta a la liberación…

--

Camina con grandeza por la vida…
se claro, limpio, honesto…
no escondas nada…
ve con la verdad por delante…
y no dejes de aprovechar las oportunidades que se te ofrecen…

--

Acepta absolutamente el contenido de cada situación…

02 – 03 – 09


Me encanta vivir experiencias de amor… experiencias de sentirme en luz unido con todos… experiencias de sentirme uno con la vida intensamente… es alucinante vislumbrar la eterna felicidad a la que estamos destinados… las infinitas gamas de dicha y gozo que están ahí para ser vividas por nosotros… es apasionante buscar nuestro grandioso tesoro, liberando nuestros errores y descubrir cual es la magnitud de nuestro patrimonio… y se nos ha dado, simplemente, por ser…

--

Agradezco poder compartir esos estados sublimes de belleza con vosotros…

01 – 03 – 09


Un gran sabio dijo “el mundo galopa hacia el infierno”… Y así parace ser... El mundo que se nos ha enseñado desde nuestra infancia, no puede estar peor... Y sin embargo, es posible que empeore aún más... Esta manera de ver la realidad, más allá de la negatividad que parece contener, puede convertirse en la puerta de la liberación… Así ha de ser, cuando esta visión se ha convertido en algo tan insoportable, que uno demanda y exige imperiosamente otra manera de ver esto...


Esta podría ser una buena formulación:

Esta condición humana se me hace tan insoportable que no puede ser real...

Debo estar soñando...

Quiero despertar...