Hoy te diré algo con respecto al miedo de las relaciones personales en este sueño de la vigilia. Nadie nunca te hizo nada, ni de bueno ni de malo. Todo, absolutamente todo lo que viste, fue una proyección de tu mente; luz multicolor en la pantalla que es tu conciencia. Nunca fuiste víctima de nada ni de nadie, ni tampoco fuiste verdugo ni culpable de nada de cuanto aconteció. En el fondo, es comprendido absolutamente, que todo lo que sucedió, fue exactamente así porque así tú lo quisiste. Eres responsable de lo que ves. No busques más soluciones fuera pues nada hay fuera de ti. Tienes absolutamente todos los medios para despertar. Y nada ni nadie te obliga a ello ni te lo impide. Hagas lo que hagas, estará bien. Y siempre podrás volver a poder elegir de nuevo.
Nunca olvides esto: tienes a tu disposición toda la inteligencia de la vida, toda la luz que jamás podrás llegar a imaginar, la capacidad de vivir infinitas formas de vida, de sentir, de experimentar el amor en sus infinitos matices, y toda la fuerza y el poder del universo. Tienes todos estos atributos sencillamente por ser quién eres, eternamente.
Nunca olvides esto: eres el Hijo de Dios.