
Me ha costado encontrarte, hermano…
Nunca creí que llegaríamos a alejarnos tanto de casa en esta fría noche…
Aunque estabas llorando, me ha alegrado mucho hallarte…
Yo hoy sólo he venido pedirte perdón…
Sólo quiero liberarte de todo lo que he pensado acerca de ti…
Bastante tienes ya, hermano…
Demasiado enfado, miedo y dolor has soportado, querido mío…
Mucho te he visto sufrir en esta vida como para hacerte cargar con más peso…
Ya no más esto hermano, ya no más…
Hoy miro todo lo acontecido desde que naciste y lo último que haría sería juzgarte…
Yo sólo puedo agradecer el milagro que ha hecho que ahora pueda verte…
Te veo hermoso y radiante aunque no puedas creerlo, hermano mío…
Hoy sólo quiero ofrecerte descanso…
Y expresarte todo mi amor de corazón...
Nada más me hace feliz en este día, hermano...
Nada más me hace feliz que poder arroparte y hacerte sentir un poco de calor…
Y decirte, hermano, por si puedes escucharme, que el amor de nuestra Madre y la protección de nuestro Padre, es todo lo que nos espera cuando lleguemos a casa…